jueves, 21 de julio de 2016

Días 9, 10 y 11: clases y actividades

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Los días pasan ante nuestros ojos como parpadeos. Desde por la mañana hasta por la noche, no tenemos un hueco desaprovechado. Las clases avanzan, y sin que nos demos cuenta el tiempo se nos va. Pero estamos haciendo tantas cosas... Nuevos amigos, actividades, experiencias, recuerdos. Cada día trae algo nuevo.

Sin duda, unos de los mejores momentos de los días recientes ha sido la visita a la Isla del Sol de Harbin, donde entre sus árboles se esconde un museo de figuras y esculturas de hielo. Harbin es conocida por sus espectaculares esculturas de hielo, por las cuales millones de chinos y extranjeros se desplazan en los meses de invierno para verlas.


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¿Cuántas personas tienen la suerte de poder ver algo así en pleno verano? Mejor no nos lo podíamos haber pasado, a menos quince grados bajo cero con nuestros abrigos de esquimal. 


Pero ha habido muchas más actividades que nos han encantado, los paseos por la ciudad han sido también centro de los momentos más divertidos del viaje.


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Y también alto en el ranking, el día en que los estudiantes cenaron y pasaron tarde con una familia china. Experiencias inolvidables, de todo tipo, pero inolvidables. 


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Finalmente, para todos aquellos a los que os interese iniciaros en el estudio del chino, el Instituto Confucio de Madrid cuenta con cursos estupendos para todos los niveles.


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lunes, 18 de julio de 2016

Días 6, 7 y 8: Harbin



Harbin



El vuelo Beijing-Harbin fue agotador. Volamos de noche y llegamos de madrugada a la residencia. Pero el tiempo en China se mueve rápido y a las 8 de la mañana de la mañana siguiente estábamos ya todos de un lado para otro. Había mucho que hacer nada más llegar a Harbin. Registros, conferencias tours por el campus, visitas a supermercados, bancos... Y el temido examen de nivel.  

Dicho examen resultó ser oral, breve, y mucho más distendido de lo que muchos se esperaban, por lo que en breves todos se lo quitaron de encima. Las clases empezaron sin dilación al día siguiente, y poco a poco  cómo todos comenzaron a sentirse más sueltos a la hora de usar el chino para comunicarse. Ni qué decir tiene el arte que estamos desarrollando para usar los palillos a la hora de comer. 


Harbin


Tras las clases y después de comer hacemos siempre a alguna visita turística por Harbin. En estos días visitamos especialmente templos budistas y confucianos. Ambos tipos nos encantaron por la paz y tranquilidad que emanan, las cuales contrastan mucho con el bullicio del exterior de sus muros.







Tras las visitas turísticas nos llevan de vuelta a cenar al campus o a algún restaurante con alguna especialidad local. Harbin, o 哈尔滨 pinyin Ha'erbin, es la capital de la provincia de Heilongjiang, la cual da nombre a la nombre a la universidad donde estamos estudiando: Heilongjiang University. Cuenta con nada más y nada menos que diez millones de habitantes.


Por último, después de cenar solemos tener organizadas lecturas sobre diversos temas, como caligrafía china, nudos, papel recortado o kungfu.


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sábado, 16 de julio de 2016

Día 5: despedida de Beijing



Desafortunadamente uno de los miembros del grupo se escapó de salir en esta foto, pero era demasiado bonita como para no publicarla. Nos la sacamos en la Sede Central del Instituto Confucio, lugar al que fuimos por la mañana temprano. Vimos una exposición, nos disfrazamos de emperadores y emperatrices y coleccionamos recortables de papel del zodiaco chino. 

Fue un día de despedida, con la idea constante de que teníamos que coger un vuelo esa misma noche. Aún así, podemos decir que la despedida fue placentera. Y es que no solo visitamos la Sede Central del Instituto Confucio, sino que después de comer nos aventuramos por entre las calles del distrito del arte más famoso de Beijing: el 798.






Nos llevamos sin duda enmarcado un bonito recuerdo.







Día 4: Palacio de Verano

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Sin perder ni un momento, nuestra visita de China continúa. Madrugamos, desayunamos, y casi sin darnos cuenta nos encontramos sentados en el autobús camino de un nuevo sitio que ver. La primera parada del cuarto día del Campamento del Instituto fue el zoo de Beijing, dónde vimos brevemente sus preciados osos panda. 

Después de comer nos dirigimos directamente al Palacio de Verano, hoy en día un parque situado a 12 Km del centro de la ciudad de aproximadamente 300 hectáreas. El Palacio fue la residencia de verano de la emperatriz Cixi (1835-1908) desde su restauración en 1899 hasta su muerte. Hasta la fecha, el Palacio ha sido una de las visitas que más nos ha gustado.


palacio

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Disfrutamos especialmente el paseo en barco por el lago del parque, el cual nos sorprendió mucho saber que era artificial. Ya más acostumbrados al calor, la visita fue estupenda.


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Aunque no llegamos a recorrer ni la mitad del parque al final de la visita del Palacio todos agradecimos poder descansar un rato en el bus. El día de todos modos aún no acababa ahi, aún tenían sorpresas para nosotros. Esa noche muchos de los alumnos probaron por primera vez el famoso Pato Pekinés, conocido por ser una de las especialidades de la cocina pekinesa y china.

Delicioso, no decimos más.


martes, 12 de julio de 2016

Día 3: la Gran Muralla


muralla



Hoy el día amanecía emocionante. Listos para salir a las ocho y media de la mañana, estábamos listos para escalar la Gran Muralla China. La Gran Muralla China, o 长城 cháng chéng, tiene una longitud de aproximadamente 6500 kilómetros, y contrariamente a lo que muchos afirman no es posible verla desde la luna. Ha sido reconstruida, ampliada y reparada en numerosas ocasiones desde que comenzara su construcción durante la dinastía Qin (221-206 a.C). La principal función de la muralla fue defender la frontera de los mongoles.


Muralla


Nada más poner un pie fuera del autobús ha comenzado a diluviar. Una tormenta de verano pekinesa de las mejores. Afortunadamente, todos hemos conseguido un chubasquero y la temperatura era buena, por lo que al final la lluvia ha sido todo un regalo para escalar la muralla. El lado negativo es que hoy ha resultado imposible realizar fotos de grupo.

En China hay un dicho que dice: 不爬长城非好汉. Pinyin: Bu pa chang cheng fei hao hen. Viene a significar que aquel que no llega a escalar la muralla no puede llamarse valiente. Bien, ya podemos decir con orgulloso que todos y cada uno de nosotros somos unos valientes. Y las vistas de las que hemos disfrutado nos han dejado sin palabras.

Tras la muralla, hemos visto el funcionamiento de una fábrica de cerámica y porcelana china. Finalmente por la tarde hemos ido de compras al Mercado de la Seda.


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Día 2: descubriendo los secretos de la ciudad

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Desde Tiananmen, pasando por la Ciudad Prohibida hasta el Templo del Cielo. Hoy ha sido un día agotador, con el sol a nuestras espaldas y muchos pasos por delante nuestro. Aún así, todo lo que hemos encontrado en nuestro camino ha merecido el esfuerzo.

El día ha comenzado en la Plaza de la Puerta Celestial, como también se conoce a la plaza de Tiananmen. Símbolo de la nueva China, la plaza tiene aproximadamente 880 metros de norte a sur y 500 de este a oeste. Efectivamente, es una de las más grandes del mundo.







Desde ahí, hemos avanzado entre grupos de turistas chinos y de otros países hasta llegar a las puertas de la Ciudad Prohibida. Actualmente convertida en Ciudad Museo, la Ciudad Prohibida fue el hogar de 24 emperadores a lo largo de un periodo de 500 años. La Ciudad ha sido además declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.


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A través de corredores, pasillos, palacios, escaleras y jardines atravesamos la Ciudad. A la salida, en las puertas traseras, nos esperan los autobuses para llevarnos a comer. Tras un merecido descanso y con la tripa llena, nos aventuramos en el Templo del Cielo.


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El Templo del Cielo es un complejo religioso en los cual los emperadores de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) solían rendir tributo al Cielo pidiendo por buenas cosechas. Hoy en día, es un parque de acceso público muy agradable donde es común encontrar a niños jugando y ancianos haciendo deporte y bailando por las mañanas.

El calor ha sido tan intenso como las actividades, por lo que hemos vuelto al hotel contentos y con muchas ganas de una ducha fresquita. Y ya para terminar el día, hemos salido a dar una vuelta por la calle y curiosear por el vecindario.


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domingo, 10 de julio de 2016

Día 1: de Madrid a Beijing en 14 horas

Beijing
Beijing International Airport
Tras interminables horas de vuelo, esperas, controles de seguridad, pasaportes arriba y pasaportes abajo, trenes que nos trasladaban de un lado para otro, facturación y recogida de maletas, cambio de divisas... Por fin el Campamento del Instituto Confucio de Madrid 2016 ha llegado a Beijing. Aquí estamos. En la otra punta del mundo, a kilómetros de casa y de todo lo conocido. Con nervios, ilusión, emoción y tripas revueltas.

Beijing nos ha dado la bienvenida con un caluroso (realmente caluroso) abrazo nada más poner un pie fuera de la terminal. Al poco de llegar nos hemos juntado con más grupos de otros países. En parte gracias a ello, el viaje en autobús hasta el hotel se nos ha hecho entretenido a pesar del típico atasco pekinés que hemos encontrado. En parte también lo ha sido gracias a las imponentes y llamativas vistas de las que hemos podido sacar fotos desde las ventanas del vehículo.

Beijing

Beijing

Beijing



Y es que Beijing no defrauda. Es posible que encuentres muchas cosas que no esperas, pero todas te van a dejar un recuerdo especial. Nosotros nos vamos ya a dormir. Mañana empieza la aventura de verdad, una ciudad milenaria nos espera. Buenas noches Beijing, buenas noches Madrid.